lunes, 9 de marzo de 2015

mi primer trabajo para la asociación

Comparto con todos vosotros lo que supuso mi primer trabajo para la asociación Laxshmi para la lucha contra el crimen, que dirige el criminólogo canario Félix Ríos. Se trataba de un reto importante para mí y para la asociación, pues debía revisar los documentos correspondientes a las pruebas médico forenses realizadas para el caso Donoso en el año 1992, y de ellas deducir las posibles pruebas más actualizadas que se podrían pedir al juzgado en el informe pericial que se presentó este año 2012 y que posteriormente sirvió para reabrir el caso.


Aspectos forenses del crimen de Soledad Donoso: el informe preliminar.


Este informe está realizado en base a mis conocimientos y con mi buena fe, pero me gustaría destacar que carezco de la experiencia profesional necesaria como para ser considerada más allá de la sugerencia, la creatividad y, sobretodo, la mejor de las intenciones.
Deducciones de la inspección ocular.
Después de leer con detenimiento el escrito correspondiente a la inspección ocular, me gustaría destacar ciertos aspectos que me llaman la atención.
En primer lugar me llama la atención la falta de signos de violencia en la zona, que se explicarían por las condiciones atmosféricas en la zona en esas fechas (he leído en periódicos que llovió bastante en septiembre/octubre del año 1992) No sé si en algún momento se planteó la posibilidad de que los hechos ocurriesen en el paraje del Arenal Alto, o si el asesino se deshizo de cuerpo aquí. Parece que todos sus efectos personales están cerca de ella, el bolso y el suéter. Me imagino que la policía habrá investigado en profundidad el porqué de la cartera desaparecida y la presencia de una cadena de oro en la víctima.
De la disposición del cuerpo está claro que llama la atención la postura y las mutilaciones. Se presenta boca abajo ladeada ligeramente sobre el lado derecho, y con la cabeza a 50 centímetros del cuerpo. La cabeza asienta sobre la parte occipital, que es donde está el trozo de cuero cabelludo conservado. Y la falta de mano derecha. En teoría, si la falta de mano derecha es debido a la acción predadora de un animal, ¿por qué no actuar sobre la mano izquierda, que es la que está expuesta de forma más obvia?
La criminología y los detectives privados están en www.omniaveritas.com


Lectura de la autopsia.

Ropa:
Me lama la atención el buen estado de las prendas, los ojales de la camiseta (el polo) y los botones, la ropa interior…todo en buen estado. Supongo que eso descarta que la víctima se defendiese. En la autopsia se refiere que no hay signos de venopunción en el brazo zquierdo, pero del derecho no se puede saber nada. Y por otra parte, puede que simplemente la cogiera de sorpresa. Podríamos imaginarnos que el asesino podía ir caminando detrás de ella y sorprenderla con un ataque desde atrás, y debido a la ausencia de cuello me podría atrever a decir que la estrangularon con algún material que pudo provocar que la cabeza se separase del tronco.
Las manchas negruzcas de la camisa se describen como concentradas en la zona derecha, tanto el flanco como la parte posterior. En mis apuntes de medicina legal y forense se explica la influencia de la gravedad en el depósito de las manchas, tanto la lividez como las manchas de putrefacción. Supongo que se podría afirmar que murió en esa postura.
Cuerpo:
El cuerpo se describe en fase de putrefacción, esto es cuando las bacterias han empezado a actuar sobre el cadáver, y ocurre unas 24 horas tras el fallecimiento. En este caso s describen dos fases en el cadáver. En la parte superior se podría afirmar que está en la fase cromática, que es la fase de la mancha que evoluciona en color y que dura varios días (48-72 horas). En la parte inferior del cadáver se describen fenómeno de la fase enfisematosa, en la que se desprenden gases por la putrefacción que provocan que la piel se hinche y se despegue. Esta fase puede durar 2 semanas. Todo ello encajaría con las fechas de desaparición y hallazgo del cadáver, pero por otra parte no hay que olvidar que según la causa de la muerte este proceso se puede acelerar o retrasar. Por ejemplo, por asfixia se adelanta, y por hemorragia se retrasa. También podemos decir que se acelera si hay exposición al aire y se retrasa en agua. ¿Estaba la parte superior sumergida? A considerar.
Un dato importante es la entomología forense del caso. En os años 90 esta ciencia no estaba nada avanzada en comparación con la actualidad. He hecho mis propias investigaciones sobre trabajos de entomología y es en base a ella que se realiza la data de la muerte en casos como el que nos ocupa. Es una pena que no se recogieran muestras de los insectos encontrados, pero por la descripción, tenemos dípteros (moscas) y coleópteros. Los dípteros son los primeros en aparecer y se depositan en los orificios naturales (lo describe el forense, en ano y vagina) y en heridas. Los coleópteros aparecen algo más tarde, y se depositan en pliegues y penetran también por orificios (orificios del abdomen). Se alimentan de músculo sobretodo.
Teniendo esto en cuenta, y en relación con el informe de la autopsia:
En el interior del cráneo se ve una masa amorfa llena de larvas. Éstas han entrado a la cavidad craneal no por os orificios naturales solamente sino también porque la cabeza está separada del cuerpo. En el tronco se observa el orificio que ha dejado el cuello y dentro una masa amorfa plagada de larvas. Esto me ha hecho pensar…Si estos dípteros son los primeros en aparecer (a las horas de morir) y aparecen en las heridas y orificios naturales…Podríamos pensar que la cabeza estaba separada del cuerpo a las pocas horas de morir para que los dípteros pusieran sus huevos y las larvas pudieran alimentarse de los órganos del tórax. Esto dejaría un poco en el aire la teoría de las alimañas separando la cabeza. El tórax no tenía tejidos blandos, los pulmones eran una masa gris llena de larvas y el corazón también estaba casi desaparecido. El corazón, la aorta y el útero son de los últimos órganos en desaparecer. El útero estaba conservado, y de hecho otras vísceras que duran menos, pero en cambio no quedaba rastro de tejidos blandos en el tórax, y el corazón casi era irreconocible. Pensemos también en la conservación del diafragma…esto habría actuado de barrera contra el paso de los dípteros al abdomen.  Y quizás por ello , las víceras del abdomen aún estaban presentes, con un estómago en autolisis, un hígado distinguible y un intestino delgado bien conservado. Esto empuja mi teoría de la herida en el cuello, herida masiva para la entrada de as larvas de los dípteros, los primeros en aparecer. Los coleópteros explicarían los pequeños orificios en el abdomen. También, la desaparición de los tejidos blandos del brazo derecho podrían explicarse por la acción de los dípteros al ser la parte inferior del cadáver.
Lesiones:
 Según el informe, no hay datos de lesiones vitales (en vida) ni de traumatismos visibles en los huesos del cráneo o en otra parte del cuerpo. Sólo señala signos de roedores en el cúbito y radio del brazo derecho. Aquí, en medio de toda esta teoría de los roedores que se han comido la cara y el brazo, que han cortado la mano derecha pero no la izquierda y que han cortado la cabeza, y se han comido las cervicales C1 C2 C3 C4 me gustaría nombrar una especialidad que también he encontrado en mi personal investigación, la tafonomia forense que es parte de la antropología forense y que estudia los procesos del esqueleto en la muerte, hasta la fosilización. Esta área científica permite diferenciar las lesiones en los huesos, según procedan de animales, armas, traumatismos viejos o nuevos…Creo que sería interesante para afrontar una posible inhumación del cadáver solicitar un estudio antropológico de los restos que incluya este tipo de experto. Yo estaría muy interesada en mirar otra vez ese cúbito y radio, y la C5 que quedaba sin tejidos blandos en el tórax, y también la zona del foramen magno del cráneo, que es donde se habría alojado el c1 o Atlas. Creo que sería importante agotar la posibilidad de encontrar aunque fuera un mínimo indicio de traumatismo o de acción para cortar mano y/o cabeza en estos huesos.
Volviendo a la teoría de los dípteros, pienso en la falta de tejidos blandos en C5 causada por una herida en el cuello, incluso una separación total. Me llama la atención la postura en la que quedo la cabeza, y la separación de la mandíbula. Pero estos aspectos sí podrían explicarse por la acción de animales, que curioseasen con esas partes del cadáver.
Otro elemento que me parece crucial son las manchas del a pierna izquierda, manchas circulares que envuelven la rodilla. Es fundamental averiguar si son vitales, perimortem, por putrefacción, por livideces… Me parece muy importante, incluso por la forma…igual es un poco arriesgado, pero por echar a volar la imaginación, podrían ser marcas de dedos al recolocar la rodilla en posición flexionada. O marcas de presión perimortem al cortar el cuello? Muchas teorías podrían salir de confirmarse el origen de esas manchas.
Otro elemento que yo consultaría con un experto son los dientes. Si existiese la posibilidad de hablar con algún odontólogo forense para informarse. Por las fotos, que son un poco malas, puedo adivinar que en el maxila superior faltan tres incisivos, y se ve claramente el alveolo en el hueso vacío. Pero faltan molares y el hueso se ve erosionado. Es posible que esos molares los perdiese en vida (caries, etc), pero los incisivos parece tener el alvelo sano. De hecho, en el informe se describen como sanos. ¿Dónde están esos dientes pues? ¿Cómo se cayeron? Igual para la mandíbula ¿Es posible que algún animal se alimentase de as partes blandas de la cara (boca, labios) y arrancase esos incisivos en el proceso?

En conclusión, sería interesante hablar con algún antropólogo forense y un odontólogo forense y plantear la posibilidad de exhumar el cadáver como un último recurso antes de que cierren el caso para siempre con el objetivo de poder estudiar esos huesos clave, los dientes…y ver si de esto se podría sacar algo. Y también un entomólogo forense que pudiera dar una base real a estas especulaciones mías de una gran herida en tórax que permitiese la entrada en masa de dípteros, y que ello explicase la marcada diferencia en putrefacción entre tórax y abdomen.

La medicina en el ámbito de la criminología: el cuerpo de forenses de la asociación Laxshmi.

La medicina en el ámbito de la criminología: el cuerpo de forenses de la asociación Laxshmi.


       
La medicina es una ciencia que estudia la salud y la enfermedad en el hombre, y, por tanto, engloba múltiples campos de conocimiento e integra el método científico en áreas humanísticas. Aparte de las diferentes especialidades médicas donde los profesionales adquieren conocimientos específicos de las diferentes patologías en vida y los diferentes grupos humanos, como la pediatría, la psiquiatría o la endocrinología, existe una rama de la medicina que estudia exclusivamente los fenómenos relacionados con la muerte, y las circunstancias en las que ésta se produce, conocida como la medicina legal o forense. Es en esta rama dónde se aúnan y relacionan la medicina con otras disciplinas científico-humanísticas, como el derecho o la sociología, y se establece un puente de unión con la criminología.

La Medicina Legal y Forense es una especialidad muy amplia en la que se unen varias disciplinas médicas y se asocian con otras ciencias, como el derecho, con el objetivo de auxiliar a jueces y tribunales de justicia, tanto en circunstancias civiles como penales. De esta manera, un médico forense puede actuar determinando mediante una autopsia las causas de una muerte violenta (accidental o sospechosa de criminalidad), valorar el daño corporal físico o psíquico en caso de agresión, accidentes, maltrato, violencia de género, abortos o infanticidios; también determina la incapacidad civil o la imputabilidad penal en base a una pericial de psiquiatría forense o puede valorar si ha existido negligencia médica en la actuación de otro profesional, o algún tipo de violación de los derechos de los pacientes.

La asociación Laxshmi contra el crimen cuenta con expertos en varias disciplinas, y entre ellos cuenta con un cuerpo de expertos forenses, al que me honro en pertenecer. Nuestro cometido es aplicar el amplio abanico de conocimientos antes expuesto para analizar de forma objetiva los documentos médico forenses de los casos que llegan a nuestras manos y, a partir de ellos, aportar datos objetivos que puedan servir para abrir nuevas líneas de investigación o  para construir nuevas hipótesis.

La disciplina que siempre está presente en todos nuestros análisis es la patología y la tanatología forense, que estudia los fenómenos cadavéricos, los procesos posteriores en el cadáver o los hallazgos de la autopsia. Sirve como ejemplo el caso de la desaparición y muerte de la joven cordobesa Soledad Donoso Toscano, que se planteaba como un reto, entre otras cosas por la circunstancia de estar a punto de prescribir. Es un caso muy complejo a nivel técnico, pues la autopsia no pudo determinar nada concreto, ni tan siquiera que hubiera violencia o intervención de otro individuo en la muerte, debido al estado del cadáver, y, por tanto, no se pudo en su día incriminar a ningún sospechoso. Nuestro análisis basado en la tanatología forense, en disciplinas como la entomología forense (estudio de los insectos relacionados con los procesos de putrefacción) y fundamentalmente, haciendo uso de un poco de creatividad y sentido común, pudimos concluir que existían suficientes elementos que apoyaban la intervención humana en la muerte de Soledad y que, por tanto, se justificaba la exhumación del cuerpo, sugiriéndose la realización de nuevas pruebas antropológicas y sobretodo, pruebas según la tafonomía forense, que estudia los diferentes acontecimientos que ocurren en un hueso tras la muerte biológica.

Los conocimientos en tanatología y patología forense son fundamentales para poder interpretar los informes de autopsias y dar una opinión objetiva sobre ellos, pero no es el único campo en el que damos nuestra opinión. En estos momentos nos encontramos analizando el caso del sospechoso fallecimiento del señor J.Álvarez Litben, que apareció en su domicilio de Maspalomas muerto a causa de una sospechosa intoxicación por fósforo, en 1996, que fue archivado como muerte accidental. Lo curioso de este caso es que

Otro caso muy interesante en el que nos encontramos trabajando en estos momentos es el fallecimiento del señor J. Álvarez Litben, que apareció muerto en su domicilio por intoxicación por fósforo en 1996. Lo interesante del caso, es que la víctima era esposo de la ahora condenada por asesinato en Barcelona Mª Angeles Molina, conocida como Angie. Nuestro cometido en este caso es valorar las posibles conexiones, y buscar algunos elementos que se puedan haber obviado en la investigación, que pudieran relacionarse con Angie como autora también de este crimen, que en su momento se archivó como muerte accidental. Para ello, de nuevo analizamos los informes de autopsia y levantamiento aplicando los conocimientos de la tanatología forense, pero también abarcamos un nuevo campo de conocimiento, como es la toxicología forense, ya que un aspecto muy interesante del caso es la sustancia causante de la muerte, el fósforo, ya raramente empleado con intenciones suicidas y que debido a sus características organolépticas, muy difícilmente puede ingerirse de forma accidental. Gracias a estas observaciones podemos abrir la puerta a la sospecha sin caer en el sensacionalismo, sino de forma objetiva, y con ello apoyar los otros elementos del caso que podrían conducir las investigaciones en esta nueva opción, como por ejemplo los rasgos de personalidad de Angie que deducimos del crimen de Barcelona, que nos describen a una persona fría, calculadora y manipuladora, a la que no parece temblarle el pulso a la hora de matar a otro ser humano, y de la que se podría esperar que hubiese tenido relación con esta muerte hace 16 años.


Una disciplina importante dentro de la medicina legal y que nos ayuda a analizar otros aspectos de los casos es la psiquiatría forense. La psiquiatría es una especialidad médica que se encarga del estudio de las enfermedades mentales, como su propia etimología nos dice (sanar la mente) Su relación con la medicina forense es muy estrecha, ya que aporta conocimientos sobre la etiología, diagnóstico, tratamiento y prognosis de las diferentes patologías mentales, y que tienen múltiples aplicaciones en criminología. Por ejemplo, al analizar alguno de los casos podemos inferir alguna patología psiquiátrica padecida por el perpetrador de un delito, que pueda llevarnos a plantearnos una situación de inimputabilidad o un atenuante. También podemos tratar de marcar unas pautas de comportamiento de algún criminal que sirvan para definir algún trastorno psicótico o de personalidad, como por ejemplo el caso antes mencionado de Angie. La psiquiatría forense y la medicina legal también cubren el campo de la violencia de género, definiendo el perfil de un maltratador y de una víctima de violencia de género, como también ocurrió en el caso de Soledad Donoso, en el caso de Urbana Ramos, recientemente reabierto, o en el caso de Marisa Hernández, que aún sigue esperando que se abra alguna nueva veda de investigación.

En los casos de desapariciones, la medicina legal y forense no colabora a nivel de patología, pues no hay cuerpo, pero sí podemos aportar conocimientos de psiquiatría a la hora de valorar el comportamiento de la persona que ha desaparecido, elaborar rutinas de conducta y comprender las relaciones interpersonales que el desaparecido mantenía, de forma que podamos enfocar la investigación hacia unos u otros, o identificar si la desaparición ha sido voluntaria o tiene tintes criminales.

Como vemos, los casos que llegan a la asociación son casos complejos, fundamentalmente crímenes sin resolver o desapariciones de larga duración, y por ello requieren el análisis exhaustivo por parte de diferentes especialistas. De esos análisis se obtienen datos objetivos que tratamos de correlacionar de forma lógica y acorde con alguna hipótesis, que luego se pueda concretar en un informe criminológico que, posteriormente, pueda ayudar a una reapertura, o en el proceso en sí. Nuestro papel como cuerpo de forenses no es sino una pequeña parte dentro del engranaje y del trabajo que hay detrás de cada informe y de cada caso que se saca adelante, pero aún así es parte esencial en el resultado final, que es, simplemente, el devolver la esperanza de que los crímenes no queden impunes, y de que a las víctimas se les haga justicia, que es el objetivo de la asociación y que, he de añadir, es una sensación de satisfacción impagable.












Autor:
Fayna E. Domínguez Pérez, Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de La Laguna, colaboradora con la asociación Laxshmi de lucha contra el crimen.